Ahora sé que todo esto carece de sentido y explicación en el Feng Shui Clásico.

Esta amiga me regaló el libro pensando que para mi actividad profesional como Decoradora y Diseñadora me sería útil este conocimiento.

Mi estilo decorativo es ecléctico, me adapto y me enfoco en el estilo y personalidad de mis clientes. Pero sinceramente no me veía colocando estos objetos en mis proyectos y tampoco entendía qué se ganaba poniéndolos.

Teniendo todas estas dudas, empecé a investigar y a leer todos los libros que caían en mis manos sobre feng shui, hasta que me topé con la Metafísica China y descubrí el llamado Feng Shui Clásico.

Sucedió en 2014, cuando conocí a la que considero es la mejor Maestra sobre esta materia en España. Ella es de Singapur y tenemos la suerte de que imparte sus cursos en nuestro idioma.

Ahora cuento además con otro Maestro, él está en Malasia, y es sin duda el mayor divulgador mundial de la Metafísica China y del Feng Shui Clásico.

Ha sido la mejor aportación a mi formación en decoración y diseño de interiores, recibida en la Escuela de Artes de Pamplona, y a mis 35 años de experiencia profesional.

Se nos define como personas que vivimos con intensidad y pasión.

Somos las eternas optimistas, nada nos puede deprimir.

Debido a nuestra forma de ser amables y generosas, somos populares en nuestros círculos sociales.

Nuestra felicidad es radiante y contagiosa. Las personas se sienten bien después de pasar tiempo con nosotras.

En el trabajo funcionamos mejor en ambientes sociales o dentro de un equipo.

Disfrutamos asesorando a otras personas y ayudándolas a descubrir sus propios talentos y habilidades.

Somos extremadamente dedicadas y persistentes.

Cuando encontramos nuestra meta, nuestro objetivo, somos imparables.

Estamos motivadas por una ardiente necesidad de hacer nuestros sueños realidad.

Necesitamos movimiento y disfrutamos más que la mayoría viajando. Otras experiencias y otros lugares nos proporcionan nuevas ideas y objetivos.

Nuestra mente creativa nos permite proponer ideas que nadie más puede pensar.

Somos amigas leales. Cuando nos piden ayuda damos generosamente nuestro tiempo y nuestros recursos sin esperar nada a cambio.

Es natural para nosotras tener autoconfianza y una fuerte conciencia de nosotras mismas. Esto nos permite conocer nuestras propias fortalezas y debilidades. Nuestro optimismo sin fin es el corazón de nuestra fortaleza.

Así soy yo, así es MLourdes Mugueta.